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  • Antonio de Frutos Sualdea
    44 Guardia civil 3 mayo 1976 Legazpia/Legazpi Guipúzcoa (España)

    Otra vez, una ikurriña fue el cebo. Era el 3 de mayo de 1976 y la bandera se había colocado en un muro del embalse de Urtatxa, a unos dos kilómetros de Legazpia. Al lado, un paquete que parecía contener un explosivo. El grupo de guardiaciviles que reconocían la zona supo que la madrugada anterior un artefacto explosivo había destruido el vehículo del regente de un establecimiento de Legazpia. El cabo Antonio de Frutos ordenó a los dos agentes que le acompañaban que establecieran un cordón de seguridad en la zona ante el temor de que el paquete sospechoso contuviera un explosivo. Mientras tanto él ,en un Seat 850, inició el regreso al cuartel para informarse sobre la explosión del día anterior. Había recorrido apenas doscientos metros cuando estalló una bomba con seis kilos de explosivos colocada en un talud y accionada a distancia.  Antonio murió de forma instantánea.

    Antonio de Frutos nació en Valtiendas (Segovia) el 19 de abril de 1932, y dejó viuda, María Martín Peña, y tres hijas: María Jesús, de doce años; Teresa, de diez, y Antonia, de ocho. En 1963 ingresó en la Guardia Civil y su primer destino fue Bergara, en Guipúzcoa, donde nació su primera hija. Después fue trasladado a la villa segoviana de Riaza, donde estuvo seis años, hasta que en junio de 1971 ascendió a cabo primero y fue destinado a Legazpia. Antonio y su familia vivían atemorizados desde que se halló una bomba en la garita del puesto, en diciembre de 1975 y habían comprado un piso en Madrid. Sólo esperaban que las niñas terminaran el curso. El día del funeral, su viuda se trasladó a Madrid con sus hijas.